Molino histórico en el Parque de Sanssouci

A tiro de piedra del Palacio de Sanssouci se encuentra el molino de viento holandés más famoso de Alemania. ¡En él se muele cereal de producción ecológica desde hace algunos años!

La historia del emplazamiento del molino comienza en 1738. El molinero Johann Wilhelm Gravenitz puso en funcionamiento un molino de viento de nueva construcción. Cinco décadas después, entre 1787 y 1791, fue sustituido con ayuda del rey Federico Guillermo II por un molino holandés de mayores dimensiones. Hasta él acudían personas de la vecina Bornstedt para moler su cereal. No se sabe si aquí también se molía el cereal para el pan de la mesa real, pero sí ha llegado hasta nuestras fechas la frase de Federico II sobre el molino: «Die Mühle sey dem Schloss eine Zierde», esto es, «el molino es un adorno para el castillo». Se hizo famoso por una leyenda que cuenta que a Federico II le molestaba el ruido del molino y ordenó al molinero que construyera el molino en otra ubicación. Sin embargo, el molinero Gravenitz amenazó con demandarle ante la Corte Superior y Federico acabó por resignarse.

Las aspas del molino siguieron girando hasta 1858 y tres años más tarde, en 1861, fue declarado monumento. El molino se quemó en los últimos días de la guerra en 1945. En 1983 comenzó la reconstrucción y en 1993 volvieron a girar sus aspas. El molino de viento holandés es ahora un museo, que alberga, además del mecanismo de molienda, una exposición permanente sobre la historia del molino y otros temas relacionados con los molinos.

La galería ofrece vistas del parque de Sanssouci.