Schustehruspark

El Schustehruspark, en el barrio berlinés de Charlottenburg, es un oasis verde que invita a quedarse y relajarse. Además de los lugareños, cada vez más visitantes de la capital hacen uso del parque con sus antiquísimos árboles, los coloridos macizos de flores e ingeniosas glorietas. Para los más pequeños, un parque infantil en la parte sur para que se lo pasen bomba y se entretengan, mientras que los adultos pueden descansar en los numerosos bancos o dar un estimulante paseo por los pintorescos jardines.

Un paraíso verde en Charlottenburg

En el corazón del elegante distrito de Charlottenburg se encuentra un parque paradisíaco con extensas zonas verdes, coloridos macizos de flores y arbustos, así como tranquilas zonas acuáticas: el Schustehruspark. Tómese un descanso a la sombra de los frondosos árboles en uno de los cómodos bancos y olvídese del día a día por un momento. Precisamente, los amplios senderos están habilitados para caminar. Haga un alto en las dos glorietas de piedra natural en la parte sur y respire el aire puro en este lugar pintoresco de verde exuberante. La flora, rica en formas y colores, se ve acentuada por finos elementos decorativos que se integran armoniosamente en su entorno. El parque es sumamente acogedor durante el crepúsculo, cuando las nostálgicas farolas irradian su cálida luz. Por cierto, el Schustehruspark debe su nombre al merecido alcalde de Charlottenburg Kurt Schustehrus. Una placa conmemorativa en la Schustehrusstraße 33, también nombrada así por él, informa sobre la fundación del parque.

Histórico para el Schustehruspark

El parque, integrado en el patrimonio nacional, perteneció originalmente a la villa de Oppenheim. En 1914 se transformó en un parque público para los residentes de los edificios de apartamentos colindantes, según los planos del famoso arquitecto de jardines Erwin Barth. Barth utilizó elementos decorativos ya existentes, como los impresionantes jarrones de piedra del jardín original. También se mantuvieron las existencias de árboles viejos. Después de que el parque de Schustehruspark sufriera graves daños durante la II Guerra Mundial, entre 1947/48 se construyó un nuevo parque bajo la dirección de Walter Hilzheimer, aunque este perdió gran parte de su antiguo encanto. En 1987, Berlín celebró su 750 aniversario, por lo que el Schustehruspark también se vio favorecido. Con motivo de estas festividades, el parque se reconstruyó en base a los esbozos de Barth, así que en la actualidad brilla en su esplendor como antaño. Incluso los jarrones de piedra destruidos de la Villa Oppenheim se reemplazaron por réplicas de terracota.

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